Antequera es un pueblo andaluz con vocación de ciudad; es un pueblo que mira al presente, pero sin olvidar su pasado. Pasado que los monumentos nos muestran, que es lejano en el tiempo pero, a la vez, importante. Antequera hay que pasearlo con tranquilidad, viendo sus iglesias, sus plazuelas y fuentes, sus estatuas y callejones; su castillo , sus enterramientos megalíticos... y luego, cuando te duelan las piernas, te sientas en unos de los muchos restaurantes o bares de la localidad y saboreas un mollete antequerano, por aquello de reponer las fuerzas.
Al día siguiente te desplazas al torcal y allí te encontrarás rodeado de esculturas talladas por la naturaleza, de piedras en equilibrios inverosímiles: de arte grandioso a cielo abierto.
Fotografías: Viky Ruiz y Javier Ruiz
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