El presidente de Bankia, el señor Goirigolzarri, declaraba en el periódico El País. " No se ha rescatado a banqueros y bancos, sino a los depositantes".
La frase es rotunda y, pronunciada con la contundencia habitual de las declaraciones a los medios, parece hasta verdad. Es a los depositantes, a los que se les ha hecho el favor de su vida.
Cuando a alguien se le rescata, es que está en peligro y si está en peligro, es porque él mismo u otros le han puesto en esta situación. Si el depositante fuera el responsable -que no lo es- ¿acaso alguien movería un dedo para salvarlo? ¿A alguien le importaría el depositante? Si por el contrario, al depositante le han puesto en esta situación y los responsables no están en la cárcel es más, se han marchado con los bolsillos llenos- vía fondos de pensiones e indemnizaciones. ¿Quién está a salvo? ¿A quién han salvado?
La frase en cuestión parece haber salido de la boca de una persona que no sabe de qué va esto o que , quizá, no quiere hablar claro. Mire, señor, cuando una persona entra por la puerta de un banco - pongamos, Bankia- con la intención de abrir una cuenta o de comprar un producto financiero, esta persona se convierte en un cliente. Incluso, algunas veces, le hacen creer que es un amigo, pero no se le pasa por la cabeza que es un depositante. Distinto ¿No? Depositante suena a pistolero de salón del oeste americano, no nos imaginamos como depositantes a nuestros vecinos, a nuestros hijos, a la gente normal y corriente que nos rodea.
Cambiemos la frase "No se ha rescatado a banqueros y bancos, sino a los clientes" ¿Qué le parece, señor Goirigolzarri? parece igual, pero usted sabe que no lo es. ¿Usted tendría el valor de ponerse delante de las personas a las que han engañado por tres veces con las preferentes y decirles esto? Yo creo que no, entre otras cosas porque en ese caso el que necesitaría ser rescatado seria usted, senor Goirigolzarri.
Cuando se habla de rescates todos pensamos en la Unión Europea, pero no olvidemos que los grandes rescatadores han sido precisamente los que usted, señor Goirigolzarri, llama depositantes. Ellos con su tranquilidad, su sosiego y su mesura, no han provocado una retirada masiva de fondos. Esto nos hubiera conducido a un escenario muy diferente. Por lo tanto, los rescatados claramente han sido los bancos y los banqueros. ¿Cuántos bancos han quebrado? ¿Cuántos depositantes están arruinados? ¿Cuántos bancos estarían en pie ante un corralito? ¿Dónde estarían los banqueros responsables? ¿Hacia dónde se dirigirían las iras de los depositantes? ¿Vivirían tranquilos los banqueros responsables de los depósitos? ¿Vivirían en España los banqueros? ¿Podrían salir a la calle los banqueros? ¿Vivirían los banqueros?
Señor Goirigolzarri, medite con tranquilidad este asunto, eso sí, mientras se va a la mierda.
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