Los
Estados Unidos representaban al bloque capitalista ; la Unión Soviética, al
comunismo, ambos países dominados por la etnia caucásica. El enfrentamiento fue agresivo e intimidatorio. Ambos bloques se armaron hasta los dientes, se amenazaban los unos a los otros, los otros a los unos y ,de
paso, a los demás en un enfrentamiento irracional y primitivo.
Con la caída del muro de Berlín las tensiones se suavizaron y parecía que las relaciones entre países discurrían por caminos de cooperación y
concordia. En realidad, todo continuaba igual, pero ahora con distintos
protagonistas y técnicas.
El relevo de la Unión Soviética lo tomó
China y ¡amigos! los chinos son orientales . De todos es conocida su proverbial paciencia y su superpoblación. No es preciso que recuerde que estas dos poderosas armas sumadas a la
inteligencia son demoledoras.
El escenario es el siguiente: Estados Unidos y Europa están convencidos de haberse alzado con la victoria sobre el comunismo. La China combate contra el capitalismo con las artimañas propias del capitalismo, apoyada en su infinita paciencia, en su mayoría demográfica y utilizando la estrategia del cáncer, ¡si la enfermedad!
La cosa consiste en ir invadiendo y destruyendo poco a poco los órganos periféricos de
forma silenciosa y avanzar a órganos vitales, hasta que la invasión sea completa
y se produzca la muerte del adversario.
Veamos algunos ejemplos sencillos. En los años ochenta aparecieron los primeros bazares de "todos a cien" . Lentamente fueron apareciendo ciudadanos chinos que acapararon los locales comerciales de ciertos barrios. Venden
productos de droguerías, ferreterías, iluminación, regalos, papelería y, poco a
poco, entran en la alimentación, jardinería, peluquería. En definitiva, logran destruir el tejido comercial de cualquier zona que toquen. Por otro lado, ofrecen a las grandes
empresas capitalistas su sagrada forma: el abaratamiento de la fabricación a
cambio de maquinaria y tecnología. Los grandes empresarios, cegados por las
ganancias, se ponen en sus manos. De resultas, se elimina buena parte del tejido industrial de los países occidentales. Pero el avance no se detiene ahí. Su voracidad no tiene límites. Ahora han lanzado un nuevo ataque dirigido a los mercados de materias primas . No habrá que esperar mucho para que llegue el momento en el que controlen los precios, los mercados, las materias
primas y la fabricación.
Estará cercano el día en el que haya que asistir al entierro
de la concepción del capitalismo y de la sociedad occidental.
¿Qué os parece? ¿Ciencia ficción? ¿Un plan orquestado por el Partido
Comunista Chino? ¿Una pesadilla calenturienta? Añadiré que a cada país occidental acuden comerciantes procedentes de una zona determinada
de China y solo de esa zona. Que no existen defunciones de chinos, que el
idioma chino está imponiendo, que los bancos chinos han adquirido gran parte de la deuda de los estados
en crisis.
Resulta sorprendente, sin embargo, que los chinos no gastan ni un solo céntimo de su dinero en los países en los que se han establecido: disponen de casinos, de bares y
hasta de burdeles propios. Algo habría que hacer, digo yo.
Aprender chino, que si no?
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