La diferencia entre una persona inteligente y una que no lo es, estriba en sus actos.
Las personas inteligentes tienen en cuenta las consecuencias de sus actos por si pudieran afectar a terceros, para bien o para mal.
Las personas inteligentes tienen en cuenta las consecuencias de sus actos por si pudieran afectar a terceros, para bien o para mal.
Las personas torpes, soberbias, ineptas, narcisistas, orgullosas, listillas, tramposas, trileras...-que más da- no miden las consecuencias y, si las miden, les importa poco lo que le pueda pasar a la gente que embaucan con su verborrea vacía y sus falsas promesas.
Este es el caso del señor Mas. Este caballerete resulta que convoca un referéndum con cajas de galletas María, después convoca unas elecciones autonómicas y dice que son un plebiscito. Cuando los resultados no son de su gusto, se agarra a los resultados autonómicos y se junta con partidos antisistema, de camisetas sin cuello y flequillos cortados, todo ello para salir del callejón en que se encuentra. En vez de reconocer que ha perdido su apuesta y que lo mejor es probar otros caminos para conseguir sus objetivos.
En su patético deambular político, el caballerete en cuestión, pregona que no va a hacer caso a los tribunales, que se va a saltar la Constitución y todas las leyes que se pongan por delante.
No obstante, quiere ser elegido presidente autonómico de Cataluña, cuando ya ha proclamado la república catalana, su partido se va a presentar a las elecciones generales del 20 de diciembre, cuando a bombo y platillo ya se consideran fueran de España.
¿Alguien entiende algo? ¿Esto es coherencia? ¿Qué pretende hacer? ¿Dónde va a llevar este señor a Cataluña? ¿En qué quedamos? ¿Eres o no eres? Si no eres ¿cómo juegas a ser?
Yo voy más allá y le pregunto:
¿Va a dar la cara ante las consecuencias que se van a producir por su acto de secesión? ¿ Se va a esconder en algún despacho? ¿Va a salir con el rabo entre las piernas al extranjero? ¿Va a permitir que rompan la cara a los de siempre? ¿Se hará responsable de todos los daños y de las victimas colaterales? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar? ¿ Hasta dónde está dispuesto a llevar al pueblo catalán y al español de la mano?
¿Va a dar la cara ante las consecuencias que se van a producir por su acto de secesión? ¿ Se va a esconder en algún despacho? ¿Va a salir con el rabo entre las piernas al extranjero? ¿Va a permitir que rompan la cara a los de siempre? ¿Se hará responsable de todos los daños y de las victimas colaterales? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar? ¿ Hasta dónde está dispuesto a llevar al pueblo catalán y al español de la mano?
Hoy por hoy, de lo único que estamos seguros es de que un Más no puede llegar a menos.
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