Cada vez es más difícil encontrar personas que sepan salir adelante en cualquier medio y situación, utilizando sus manos y lo que la naturaleza les ofrece.
Unas manos grandes, fuertes, deformadas por tiempo y el trabajo desde muy niño.
Este es Joaquín, un artesano de la enea, la pleita, el esparto, el junco y el berceo. También un maestro en el saber profundo de las palabras olvidadas, sonoras y polvorientas como los caminos tantas veces recorridos acompañando, paciente, los rebaños de ovejas.
Fotografía: J Ruiz
Seguro que es uno de los pocos artesanos que quedan, qué pena que se nos esté yendo esta generación un beso tío...(por qué es mi tío)
ResponderEliminarTengo la satisfacción y el honor de poseer dos serijos que llevan su sello. una lastima que alguien no recoja el guante de su herencia
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