El castillo tiene un origen andalusí. Toma su nombre del término árabe Al-Qalat (fortaleza), que, por extensión, se ha aplicado históricamente a la ciudad de Alcalá de Henares, la antigua Complutum romana.
En 1118 Qal'at 'Abd al-Salam fue conquistado por los cristianos, mediante un asedio desde los cerros Malvecino y de La Veracruz, pasando a manos del archidiócesis de Toledo.
No obstante, la fortaleza levantada por los musulmanes continuó desempeñando un papel relevante durante el proceso de repoblación, que se extendió hasta el siglo XV. Prueba de ello son las reformas emprendidas en el castillo entre los siglos XIV y XV. Las más importantes fueron las impulsadas por Pedro Tenorio, arzobispo de Toledo. De esta época es la torre albarrana que se levanta junto a la entrada principal de la fortaleza, defendida a su vez por dos torres de planta cuadrada.
La primera de ellas, es una torre albarrana del siglo XIV separada de la muralla y situada junto al acceso principal del recinto que lo defiende. Construida a base de sillares. La segunda torre, ubicada en el punto más alto del cerro y parcialmente arrumbada, es de planta rectangular y fue construida a base de sillares de piedra reutilizados y núcleo de cal y canto. El deslizamiento de la ladera del cerro en este punto se llevó, en una fecha indeterminada, la cara exterior de la torre. En su reconstrucción fue utilizado el tapial, que permitió recrecer con rapidez la cara perdida.
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