A la mierda - Capitulo 8ª - Ya no me pregunta nadie por el rescate.

   Ayer asistimos, durante treinta y tres minutos, a la intervención del señor Presidente del Gobierno de España, Don Mariano Rajoy. 

   Durante estos pocos minutos, treinta y tres, solo treinta y tres, ha ido desgranando las bondades de las medidas aplicadas durante el último año. Nos ha comunicado que ya están puestas las bases para el crecimiento; que en Europa ya no desconfían de nosotros; que los problemas vienen del anterior gobierno y de la anterior política, que ha saneado el sistema financiero; que, en este momento, nada es fruto de la fortuna, como antes nada era fruto de la desgracia.

    Se ha pavoneado diciendo que ya nadie le pregunta por el rescate de España, ha pisoteado a nuestros socios griegos y ha finalizado afirmando que no va cambiar el rumbo, que no parará hasta devolver a los parados sus puestos de trabajo. 

    Bien, oído esto, yo me pregunto. ¿En qué país vive este señor? ¿ Piensa que somos tontos? ¿Es tonto él? ¿Es producto de la inexistencia de una ley de plazos -como la que ahora pretende derogar Gallardón- cuando nació? ¿Cómo se puede llegar a tanto, con tan poco? ¿ A quién quiere engañar? ¿Se engaña solo? En fin...

     Cuando salgo a la calle y, ahora salgo bastante porque me han prejubilado, soy víctima de "la colocación de las bases para el crecimiento y de la salvación del sistema financiero". Cuando salgo a la calle -decía- veo a mucha gente pedir limosna, veo hombres y mujeres rebuscar en los cubos de basura;  el otro día vi a un anciano cogiendo colillas de tabaco -recordé cosas que contaba mi abuelo de la posguerra- y se me saltaron las lágrimas, no podía creerlo. Veo cómo crece la prostitución,  cómo  por la mañana los parques están llenos de gentes apenadas por su situación, veo las colas en las oficinas de empleo , veo a niños, a padres y a abuelos con taper, veo sufrir a gente esperando prótesis de rodilla y caderas, veo la desesperación de los desahuciados  Me duele que los jóvenes tengan que salir al extranjero para buscar trabajo, también me duele que haya gente que no pueda salir por falta de una preparación adecuada. El país que percibo tiene en la calle a la educación - profesores, alumnos y padres-, a la sanidad - médicos y enfermos- a los transportes, a los funcionarios, a los trabajadores de bancos y cajas, a los comerciantes, a los transportistas, a los policías, a los bomberos... todo dios está en la calle.
    Como puede decir nuestro presidente que ha saneado el sistema financiero, ¿nacionalizando cajas? ¿manteniendo el engaño de las preferentes? ¿inyectando dinero público a entidades privadas? ¿despidiendo trabajadores con condiciones bajo cuerda? ¿Qué dirían los parados si conocieran estas condiciones?  En fin, este hombre es patético.
     Sobre la responsabilidad del gobierno anterior, mira, en eso estoy de acuerdo: lo hicieron mal, muy mal, pero no olvidemos, puestos a recordar, los gobiernos del señor Aznar -mentor de este elemento-, ellos  fueron los que pusieron las bases de este sin dios. Y digo yo que algo de responsabilidad tendrá el señor Rajoy y su partido. No olvidemos que gobernaban entonces y ahora en varias comunidades autónomas. Traigamos a nuestra memoria los casos de corrupción en  Valencia, Galicia, Madrid, Castilla-León, Cantabria, Baleares... Quizás también pueda explicar algo del señor Bárcenas y sus cuentas.
     Para terminar  su intervención en el Congreso de Diputados se comprometió afirmando: " No pararé hasta devolver los puestos de trabajo a los parados" Este señor  que critica a los que hablan para la galería, ¿Qué es lo que dice? ¿ Acaso va  a devolver su puesto de trabajo a  los parados mayores de 45 años?  Pero ¡cómo tienes tan poca vergüenza! Estos trabajadores no volveremos a trabajar en nuestra vida.  Lo sabemos y lo asumimos, pero que no toleramos que, encima, se ría de nosotros contándonos cuentos que no son ni siquiera cuentos chinos.
      ¡Cómo van a preguntarte por el rescate! Ni por el rescate , ni por nada de nada. No se puede preguntar al que, sencillamente, no comparece ante nadie. Resulta bochornoso e insultante que las comparecencias o las ruedas de prensa se den sin la presencia física del compareciente, a través de una pantalla de  plasma.
  Estamos  hastiados  oír tu vocecilla hilarante y amanerada.
      Bueno, pues ya estás tardando, vete a la mierda otra vez , anda.