Bienvenidas al barco.

    ¡Ya estáis aquí! ¡Por fin! ¡Qué alegría! ¡Qué dos alegrías!

   Sois las grandes esperadas y deseadas. Han sido nueve meses muy largos para mamá y papá, pero también para nosotros que hemos seguido vuestra evolución casi, casi minuto a minuto.

   Os podría decir muchas cosas -yo soy el tío Javi, el pesado-, pero hoy por ser el primer día solo os daré unas pinceladas del cuadro que poco a poco se irá rellenando.

  Mirad, somos unos grandes afortunados. Nosotros, por teneros aquí y poder disfrutaros;   vosotras, por haber caído en esta familia, Los Ruiz.

   No somos muy besucones, cariñosos o empalagosos, pero estamos donde y cuando tenemos que estar y queridas mías, “la familia, es la familia”. Por eso, vosotras tranquilas tenéis un montón de gente que os quiere incondicionalmente y que os ayudará si lo necesitáis,  ¡Sois unas Ruiz! Sobrinas.

   Ser unas Ruiz es la denominación de origen. Ser unas Ruiz significa sobre todo garantía de buenas personas y de alegría. Los Ruiz nos reímos hasta cuando lloramos, ya iréis comprobándolo poco a poco

  Para ser el primer día ya está bien ¿no?  Bueno, que estamos muy felices de vuestra llegada, que os queremos, que contamos los días para poder jugar con vosotras, que la senda verde, el Bartolo, el completo, las torraetas, los milhojas, el Jota´s, las setas, la gravilla, Ruton  y todas esas cosas, os esperan.  ¡Ah! Si os dais prisa llegáis al próximo jubileo.

   Dos besazos para la mama y el papa y otros dos para vosotras, mis adorables sobrinas.

  ¡Viva la chavalería!