La etapa se ha levantado temprano. Todavía no apuntaba el día cuando ya andábamos empleados en las tareas de preparación. A las siete en punto estábamos desayunando y a la media emprendíamos nuestro camino hacia Astorga.
La primera parte de la etapa ha discurrido íntimamente unida a una carreta nacional, con sus humos, sus ruidos y todas esas cosas tan agradables que tienen las carreteras con intenso tráfico. Así que al llegar a Hospital de Órbigo y, siendo informados por don Suero de Quiñones de la existencia de un camino alternativo a la carretera que discurre por campos de cultivo, sierra y pinares, no lo hemos dudado: de cabeza por ese camino. Tengo que agradecer a don Suero su amabilidad, ya que estaba en plena justa y el hombre ha parado, se ha bajado del corcel y nos ha atendido.
El resto del camino ha sido magnífico: hemos pasado por trigales balanceados por el viento, pueblecitos preciosos con gentes encantadoras, pinares con lagunas repletas de grullas y cigüeñas. En pocas palabras, el camino que quiere encontrarse todo peregrino.
Pero, como en la vida todo no es perfecto, este camino ha sido bastante más largo y el suelo estaba lleno de cantos rodados sueltos, con lo cual nuestras piernas han sufrido más de la cuenta y las plantas de los pies han protestado apuntando posibles ampollas.
Los últimos kilómetros se han hecho interminables y repletos de sufrimientos A las 14,30, agotados y a punto del desfallecimiento, hemos llegado a la meta, a Astorga.
Si alguien está sufriendo en este momento por nosotros, que deje de hacerlo, porque después nos hemos comido un cocido maragato que nos ha sabido a gloria, y nos hemos echado la sieste y por la tarde hemos visitado Astorga que tiene mucho pero que mucho que ver y comer. Nos hemos tomado unas cervecitas y ahora estamos preparado p0ara la etapa de mañana con las heridas restañadas.
Buen camino amigos y peregrinos.
Los últimos kilómetros se han hecho interminables y repletos de sufrimientos A las 14,30, agotados y a punto del desfallecimiento, hemos llegado a la meta, a Astorga.
Si alguien está sufriendo en este momento por nosotros, que deje de hacerlo, porque después nos hemos comido un cocido maragato que nos ha sabido a gloria, y nos hemos echado la sieste y por la tarde hemos visitado Astorga que tiene mucho pero que mucho que ver y comer. Nos hemos tomado unas cervecitas y ahora estamos preparado p0ara la etapa de mañana con las heridas restañadas.
Buen camino amigos y peregrinos.
Menos mal que llevais los palos druídicos que siempre viene bien una ayudita al inneglabe esfuerzo individual. Animo ya queda menos para la meta.
ResponderEliminar