Firma invitada: Ana Moreno
Hola de nuevo, chicas:
Hace
más o menos un año, el mismo día en el que nacisteis, os di la bienvenida a este mundo de
locos. Parece que, de momento, os va
gustando lo que veis: el sol y la luz, las nubes y los montes, los parques y
los juegos. Poco a poco, sin saber cómo, vais trenzando vuestra vidita con sonrisas, asombros y
sorpresas. Lástima que nosotros, los mayores, apenas podamos descifrar lo que
pensáis, lo que se os pasa por la
cabecita cuando nos miráis fijamente a los ojos y no nos decís nada porque aún
no sabéis hablar. A veces nos divierte ver cómo os esforzáis por comunicaros
con pequeños sonidos o sirviéndoos del dedito para señalar lo que queréis;
otras veces, por el contrario, nos desesperamos ante el llanto que os provoca
nuestra incomprensión. Ya se sabe que
las personas nos volvemos muy torpes cuando abandonamos el paraíso de la
infancia.
Hoy,
con apenas un añito habéis conocido el mar, el azul del mar, el sol anaranjado
tamizado por las nubes blancas. Nosotros, espectadores mudos, hemos gozado del inmenso privilegio de ver
reflejada en vuestros ojos curiosos la fascinación desconfiada, la alegría
inocente y, por fin, el sentimiento de libertad que inunda la mirada de los que
contemplan el mar por primera vez. En
ese momento, aunque todavía no seamos
capaces de comunicarnos con palabras, hemos sabido que estabais muy contentas.
Decía
Óscar Wilde que el medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos
felices. Estoy segura de que hoy, Aitana y Nora os habéis convertido en
unas muy buenas personitas, porque hoy
habéis sido muy felices.
Ana, una de vuestras tías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario