Un hasta luego con sabor a despedida.

   Durante una temporada me marcho en busca del tercer hombre, del vellocino de oro, del dorado, en busca de lo imposible. No sé si encontraré a alguno de ellos, a ninguno o a todos.

    Mientras tanto. Os deseo paz, felicidad y mucho amor. Ha sido un placer faceconoceros, me hubiera gustado, en algún caso, haberos conocido físicamente, pero el ciberespacio es así de próximo y de lejano, de íntimo y de despegado. 

   Un abrazo para todos. Nos encontraremos en la red.