jueves, 15 de octubre de 2015

Santa Teresa y su frases.


Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como santa Teresa de Jesús o simplemente Teresa de Ávila (Gotarrendura, 28 de marzo de 1515-Alba de Tormes, 4 de octubre de 1582), fue una religiosa, fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (o carmelitas), mística y escritora española. Doctora de la Iglesia católica. Junto con san Juan de la Cruz, se considera a santa Teresa de Jesús la cumbre de la mística experimental cristiana, y una de las grandes maestras de la vida espiritual en la historia de la Iglesia. 



Pensamientos y frases: 

Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta.

Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero.

En la cruz esta la vida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo.

Que nada te traume, que nada te turbe, todo se pasa, solo Dios basta.

Todo el daño nos viene de no tener puestos los ojos en Vos, que si no mirásemos otra cosa que el camino, pronto llegaríamos...

Fuiste por amor criada hermosa, bella, y ansía en mis entrañas pintada, si te pierdes, mi amada, alma, buscarte has en mí.

Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías.

Tener gran confianza... Quiere su majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza en sí.

Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos; mas no se da a sí del todo hasta que nos damos del todo.

Quizás no sabemos qué es amar, y no me espantaré mucho; porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear en todo a Dios y procurar en cuanto pudiéremos, no ofenderle.

La única razón que encuentro para vivir, es sufrir y eso es lo único que pido para mí.

Tengo experiencia en lo que son muchas mujeres juntas. ¡Dios nos libre!

Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos.

Darse del todo al Todo, sin hacernos partes.

Las mujeres no necesitan estudiar a los hombres, porque los adivinan.

Lee y conducirás, no leas y serás conducido.

He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz.

El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.

Sin un corazón lleno de amor y sin unas manos generosas, es imposible curar a un hombre enfermo de su soledad.

No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor.

El que no sirve para servir, no sirve para vivir.

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