¡Váyase señor Peñarrubia! ¡Váyase!

   El senador del Partido Popular José Joaquín Peñarrubia  ha realizado, hace unos días, las siguientes afirmaciones en relación a la memoria histórica:

"Ya no hay más fosas que descubrir, salvo que se empeñen en buscar a Federico García Lorca, en los cuatro puntos cardinales de España. Ahora mismo no hay más sitio donde ir".

 "hechos los trabajos de campo y los análisis previos que había que hacer", ya no hay "demanda" para la exhumación.

 "No den más la murga con esta cuestión porque, si aquí nos vemos otra vez en la próxima legislatura, seguirán empecinados en el error",

"Son cansinos con esta cuestión, cansinos con la memoria histórica".

 "Llevo un par de ejercicios presupuestarios repitiéndoles lo mismo y ustedes no entran en razón".

"Ustedes, utilizando el dicho 'dale perico al torno', siguen, siguen y se empeñan en traer la cuestión de memoria histórica".

  Si no fuera por lo que representa este señor, no me entrarían en la cabeza semejantes afirmaciones. 

   El señor Peñarrubia  nació en 1950. A la muerte del dictador golpista, máximo responsable de los asesinatos acaecidos durante la guerra y la posguerra, el senador contaba con 25 años y una formación universitaria. Por lo tanto, no le excusa ni la ignorancia, ni el desconocimiento, ni tan siquiera el olvido.

   El señor Peñarrubia debería saber que la transición española se construyó pasando por encima del olvido de las injusticias cometidas sobre muchas personas.  En aquel momento se hizo borrón y cuenta nueva, se dejó a un lado la culpabilidad vergonzante de los golpistas. Todo ello en pro de la convivencia democrática y pacífica. Ahora bien, no se incluía en tan generosa decisión el olvido de los seres queridos asesinados impunemente y enterrados en cualquier cuneta perdida. Ni tampoco el afán de sus familiares por recuperar sus restos. Muy al contrario, debería constituir una obligación moral para cualquier demócrata, sea del partido que sea, encontrar hasta el último de los cadáveres desaparecidos.

   Parafraseando a este senador tan chusco, le diría: 

    "Señor  Peñarrubia, usted, utilizando el dicho 'dale perico al torno', sigue, sigue y se empeña en cobrar todos los meses el sueldo de senador.
      No dé más la murga con esta cuestión porque, si le vemos en la próxima legislatura, seguirá empecinado en cobrar todos los meses.

     Es usted cansino con esta cuestión, cansino con cobrar de las arcas del estado que llenamos todos los españoles, incluidos los que buscan a sus seres queridos por las cunetas".

  Como decía usted y otros firmantes de la moción de censura al presidente González.

       

                  ¡Váyase señor Peñarrubia! ¡Váyase!