Mujeres olvidadas. Concepción Mejías de Salvador

  Concepción Mejías de Salvador fue una pintora granadina del siglo XIX, discípula de la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado, así como de los pintores A. Ferrant y José Larrocha. 

  Se sabe muy poco de ella, no se tiene claro si había un  parentesco con los Lorca o simplemente era amiga.

  Participó en diferentes exposiciones de Bellas Artes tanto en su ciudad como nacionales.

 En la Exposición Extraordinaria de Bellas Artes e Industrias Artísticas del año 1889, organizada por el Centro Artístico y Literario granadino, presentó una Cabeza de estudio. En la VI Exposición extraordinaria de Bellas Arte Granada de 1890 presentó una Flamenca tocando la guitarra, manifestando, según la crítica, a una artista de “porvenir que el estilo y la constancia harán mejorar en

exposiciones futuras”. Participó también en la Exposición Internacional de Madrid, celebrada el año 1892 con las obras tituladas Fuente en el Albaicín, Camino de la Fuente del Avellano, Granada y Arrabal en la Alambra.

   A Concepción Mejía de Salvador la historia del arte ha borrado. Su lienzo titulado Escena de familia es víctima de un periplo de casi 100 años por almacenes de pinacotecas que no se han preocupado de conservar ni mucho menos de restaurar su legado. Ha pasado por el Museo de Arte Moderno, el de Arte Contemporáneo, el Reina Sofía, hasta que en 2016 llegó al Prado, y su suerte no fue mejor. Su tela está tan deteriorada que ya es imposible siquiera distinguir a los protagonistas. Lo que muestra, en cambio, es otra cosa: el trato que ha dado el Estado a muchas pintoras que, a diferencia de las de ellos, no son protagonistas en las principales galerías. Hoy el cuadro de Mejía es el que da la bienvenida a la exposición de Invitadas en el Prado.