Da igual si has pasado por Santiago una o cien veces, algo te sorprenderá. Tan solo hay que dejarse llevar por los zapatos, que ellos sean tu guía.
Tu abre los cinco sentidos y espera la sorpresa, que seguro que la encontraras.
Puede ser en una esquina, en un rincón, colgado de una fachada, en el centro de una plaza, dentro de un templo, no lo se, pero la encontraras, seguro.
¡Feliz visita!
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