¡Qué fastidio! perdón ¡Qué fascitis!
Dejemos las ñoñerías y vayamos a lo importante. ¿Qué tal? ¿Habéis disfrutado? ¿Os han atropellado? Espero que no.
Si habéis conseguido ese punto de disociación del que hablábamos el otro día, os habréis dado cuenta de que las cosas se ven con distancia, la mente se abre, las ideas fluyen y la creatividad está a flor de piel. ¡Aprovechad! esos momentos son idóneos para encontrar solución a los problemas imposibles que nos paralizan. Si no lo habéis conseguido, no pasa nada, ya llegará. Seguid entrenando al espíritu.
Esta semana, en la que pronostican agua, vamos a familiarizarnos con la madre lluvia. Dejémonos abrazar, acariciar por ella y aprendamos a vivir en su compañía. Es muy posible que a lo largo del camino nos visite durante días enteros.Es mejor acostumbrarse a su presencia.
Ahora os doy algún consejo del abuelo cebolleta (jajaja): Viene muy bien untar los pies con vaselina antes de calzarse. Ya veréis qué bien viene después de caminar 20 kilómetros.
Ánimo, un abrazo y al agua.
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