Casa Ricardo.
Casa Ricardo es una tasca tradicional madrileña fundada en el siglo pasado, allá por los años treinta, que se ha mantenido fiel a la linea de la mejor cocina casera.
El local es pequeño, las mesas se visten con manteles a cuadros azules y son abrazadas por un zócalo de azulejos talaveranos. Las paredes están cubiertas de fotos de los personajes de toda índole que han pasado por aquí. No es raro encontrarse en alguna de las mesas vecinas algún personaje conocido.
El trato es muy profesional, es decir, no podemos esperar abrazos y besos de su personal, que más bien se distingue por su sequedad y seriedad. A Casa Ricardo no debemos ir a disfrutar de la conversación, a Casa Ricardo se va comer y a comer bien. Este local está recomendado para las personas que tengan el colesterol bajo y quieran subirlo.
La linea marcada desde su inauguración se sustenta en lo que hoy llaman los pedantes "cocina de mercado". En su carta conviven armónicamente los asados y pescados de primerísima calidad con los platos de la abuela: gallina en pepitoria, calmares en su tinta, fritos con morcilla, callos a la madrileña, caracoles, rabo de toro, huevos fritos con chorizo y morcilla, bacalao al pil-pil . También tienen su hueco los platos del día tales como lentejas, fabada o cualquier otra exquisitez que ese día este a buen precio en el mercado.
Si todavía quedase un espacio libre, no se puede uno levantar de la mesa sin probar el arroz con leche, las filloas, los piononos, los borrachos, los profiteroles, el flan de huevo o las manzanas asadas. ¡Espectacular!
Casa Ricardo es una lugar para disfrutar comiendo. No vayáis con tiquis miquis amantes de la linea y de la comida sana. Con esos se debe ir a otro locales.
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