El presidente Rajoy ha tenido a bien hacernos el favor de dar una rueda de prensa, pero sin plasma, para el disfrute y el deleite de periodistas y público en general.
Como cabía esperar, se ha regocijado con los tímidos indicios de mejoría económica, se ha lamentado de no haber cumplido el programa electoral casi en su totalidad, se ha juramentado contra la corrupción política en general y nos ha agradecido a los españoles los esfuerzo que estamos haciendo.
Como respuesta a la cortesía del señor presidente Rajoy, me gustaría a mí hacer un resumen anual:
El gobierno ha congelado el salario mínimo interprofesional. Es decir, el gobierno ha hecho más pobres a los más pobres del país: lo que ellos llaman congelación significa, en realidad, bajada del salario interprofesional.
El gobierno sube el 0,25% las pensiones, lo que significa que el gobierno baja las pensiones a todos los pensionistas aunque, claro está, lo notaran más las pensiones más bajas.
El gobierno sube la luz un 2.3% a partir del 1 de enero de 2014. Qué bueno es este gobierno que impide que nos suban el 11%. Así, hasta nos parece bien la subida.
El gobierno reduce la becas de estudios, sube las tasas universitarias, estira las colas de espera sanitarias y recorta el personal de los hospitales.
El gobierno no reduce los impuestos catastrales, a pesar de la bajada de la valoración de los solares y de los inmuebles.
El gobierno continúa sin devolver las pagas robadas a los funcionarios públicos, por el articulo 14.
El gobierno nos castiga poniendo de nuevo en vigor la antigua ley de vagos y maleantes. Eso sí, un poquito más estricta.
El gobierno no cumple con un solo punto del programa electoral, salvo en el que se refiere a la ley del aborto. Con ello nos devuelve a las cavernas, pero las clínicas abortistas y los hoteles de Londres se frotan las manos: prevén la llegada masiva de niñas de papá. Los carniceros locales afilan los cuchillos y las trotaconventos cuecen perejil.
El gobierno empuja -sin que se note mucho- a nuestros jóvenes a salir al extranjero, volviendo a la situación de los años 60. Algo ha cambiado, sin embargo, en esos años emigraba la mano de obra sin cualificar; ahora se van los profesionales bien preparados y cualificados a los que nos ha costado mucho dinero formar.
El gobierno se empeña en que nos convirtamos en emprendedores en vez de generar puestos de trabajo. De esta forma se lavan las manos así que el pobre aspirante a emprendedor, si fracasa, se convierte en el único responsable de su situación. Esto se llama transferencia de responsabilidades.
El gobierno hace pagar a los ciudadanos los errores cometidos por los gestores de las Cajas de Ahorro, a saber, políticos municipales, comunitarios, nacionales y sindicales.
El gobierno invierte 9.000 millones de euros de Nova Caixa y la vende por 1.000 millones. Perdemos 8.000 millones.
El gobierno sigue sin operar al paciente, paciente, a 100 km de su domicilio.
El gobierno mira para otro lado cuando se trata de sus propios casos de corrupción y hace todo lo que ellos mismos critican a los demás. Y esto, que lo hacen todos, en su caso es más censurable dado que se trata de un gobierno compuesto por come hostias compulsivos, milicianos del Opus y santurrones en general.
El gobierno, que intenta liberalizar todo lo vivo, no libera el monopolio de las farmacias, el de los notarios y el de los registradores de la propiedad.
El gobierno anula la subasta eléctrica, pero no lleva ante la justicia a las empresas eléctricas por amañar la subasta. ¿Qué se oculta?
El gobierno mantiene las jubilaciones anticipadas a militares y policías y los mantienen los economatos, farmacias y residencias.
Podría continuar desgranando el racimo de sus logros durante este año, pero la rabia y la impotencia me lleva por caminos que no quiero recorrer.
Señor Presidente, váyase a su casa o a su despacho de registrador y déjenos en paz, porque lo peor de usted no es equivocarse en su gestión, sino mentir y reírse de sus votantes, de sus no votantes y, en fin, de todos los ciudadanos de su país.
El gobierno hace pagar a los ciudadanos los errores cometidos por los gestores de las Cajas de Ahorro, a saber, políticos municipales, comunitarios, nacionales y sindicales.
El gobierno invierte 9.000 millones de euros de Nova Caixa y la vende por 1.000 millones. Perdemos 8.000 millones.
El gobierno sigue sin operar al paciente, paciente, a 100 km de su domicilio.
El gobierno mira para otro lado cuando se trata de sus propios casos de corrupción y hace todo lo que ellos mismos critican a los demás. Y esto, que lo hacen todos, en su caso es más censurable dado que se trata de un gobierno compuesto por come hostias compulsivos, milicianos del Opus y santurrones en general.
El gobierno, que intenta liberalizar todo lo vivo, no libera el monopolio de las farmacias, el de los notarios y el de los registradores de la propiedad.
El gobierno anula la subasta eléctrica, pero no lleva ante la justicia a las empresas eléctricas por amañar la subasta. ¿Qué se oculta?
El gobierno mantiene las jubilaciones anticipadas a militares y policías y los mantienen los economatos, farmacias y residencias.
Podría continuar desgranando el racimo de sus logros durante este año, pero la rabia y la impotencia me lleva por caminos que no quiero recorrer.
Señor Presidente, váyase a su casa o a su despacho de registrador y déjenos en paz, porque lo peor de usted no es equivocarse en su gestión, sino mentir y reírse de sus votantes, de sus no votantes y, en fin, de todos los ciudadanos de su país.
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