sábado, 14 de noviembre de 2015

Sin palabras

   Las palabras no fluyen, se han quedado atascadas en mi garganta y están formando un nudo que me ahoga. 
  Me gustaría decir, arremeter contra algo, contra alguien, pero no encuentro a nada ni a nadie.
    Cuando el sin sentido supera a la razón, no se puede hacer otra cosa que llorar por las victimas, sus familias y rezar porque la próxima insensatez no te toque a ti.
    ¿De que vale que yo ahora llamara asesinos a los fanáticos de de París? ¿Que soluciona intentar explicar que un dios, el que sea, no puede amparar a los asesinos? ¿Devolverá la vida a las victimas mi alegato? No ¿Verdad?
  Por eso, en estos momentos, solo puedo acompañar mentalmente a las familias de las victimas en su dolor y pedir que en el caso de existir algún dios, que haga algo, que ya le vale, que vergüenza me daría a mi, ser dios y permitir tanto desatino. Valiente, inútil de dios que tenemos ¿O es que no hay ninguno? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario