Estos días he estado escuchando con atención y detenimiento los discursos y declaraciones de Podemos.
Visto, lo visto y oído, lo oído, me veo en la obligación moral de traerles a ustedes a mi blog. No pasa nada, es un blog humilde y con pocos seguidores: pueden estar ustedes tranquilos. No obstante, el hecho de que yo repare en ustedes, puede ser un aviso de que la goma de su careta se está aflojando.
Visto, lo visto y oído, lo oído, me veo en la obligación moral de traerles a ustedes a mi blog. No pasa nada, es un blog humilde y con pocos seguidores: pueden estar ustedes tranquilos. No obstante, el hecho de que yo repare en ustedes, puede ser un aviso de que la goma de su careta se está aflojando.
Sobre otros políticos de diferentes partidos, he opinado, denunciado, criticado y, en pocas ocasiones, alabado su labor. Ustedes no van a ser una excepción. En definitiva, se diferencian poco del resto de los políticos españoles.
He comprobado que sus eslóganes mediáticos, sus frases sobre las viejas y la nuevas políticas, su posición por encima del bien y del mal, su aire informal y transgresor, esa pose de perroflautistas instruidos, sus palabras y frases de impacto, su costumbre de robar portadas a cualquier precio, son decorados de una caja de títeres donde ustedes mueven los hilos para que las marionetas, desencantadas de la política, bailen al son que ustedes tocan.
Los cocineros, tan en boga últimamente, hablan de gustos, maridajes y retrogustos. Pues miren ustedes, el discurso de su dirigente en el Congreso, el señor Iglesias, tuvo un retrogusto a rancio, manido, y pasado de fecha.
Escuchándolo, me sentí transportado a los primeros debates de la transición, donde gentes calladas durante muchos años, subían a la tribuna y hablaban de represaliados, de presos políticos, de libertades, dictaduras y muchas cosas guardadas largo tiempo. Era normal. Lo que no es normal es lo suyo. Ustedes no han vivido esas situaciones, ni por asomo. Como mucho, se las habrán contado.
Yo comprendo que a todos nos ha gustado alguna vez ser Superman y salvar el mundo, pero, desgraciadamente, Superman no existe y ustedes sí, pero no son él, ni tan siquiera llegan a capitán Trueno.
Hay que reconocerles su inteligencia, su rapidez de reflejos, su preparación, su conocimiento de las nuevas tecnologías, su extraordinaria capacidad para utilizar y manejar a la gente a través de las redes sociales, el ser expertos en saber lo que vende y lo que llega a sus seguidores, pero no presuman de lo que no son, no han sido y no serán jamas.
Su pose, sus ademanes, su berborrea instruida, las citas y frases hechas, no siempre dominadas y sabidas, no son de ahora. Como ustedes he conocido a bastante gente metida en el PCE, Izquierda Unida, PSOE, UGT, CCOO y tantas organizaciones de izquierdas, que con el riñón bien cubierto, se permitían desde lo alto del pedestal ideológico licencias en nombre de un falso progresismo.
Así que, con todo el dolor de mi corazón, les voy a mandar a ustedes, dirigentes de Podemos, a la mismísima MIERDA a la que ha ido el señor Rajoy y muchos más dirigentes políticos parecidos a ustedes.
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