A veces pienso que mi cerebro cada año se viste más días de pana que de traje y corbata. Es posible que los años no perdonen y el problema lo tenga yo. Mi intolerancia y rigidez ante algunas formas, maneras y expresiones que observo y escucho a mi alrededor me está empezando a preocupar. Preferiría estar más abierto a todas esas corrientes que llegan en un instante y se instalan en un periquete en esta sociedad tan permeable a la que prefiero no calificar. Parece como si toda la vida hubieran estado con nosotros.
Pero no, no. Me cuesta ser flexible como un junco que se deja mecer por la brisa.
Salí del ascensor con una zozobra que me quemaba por dentro. ¿Qué coño es una "Baby shower"? ¿Por qué me invitan a mí? ¿Habré ligado a mis años? ¿Serán de una secta o qué?
Nada más entrar en casa y sin tiempo de preguntar al señor Google, que todo lo sabe, qué era una Baby Shower, me crucé con mi hija y se lo conté.
Me sentó en el salón y me tranquilizó. "No llames al 112, no son una célula de "Al Qaeda" ni nada por estilo, simplemente es una fiesta que se ha puesto de moda, donde los futuros papás presentan al feto en sociedad. Se pueden hacer hasta dos fiestas, una con los amigos y familia y otra con los compañeros de trabajo. Todos los invitados bañan materialmente de regalos a los futuros papás."
De paso, me intentó poner al día, para que no sufriera más sobresaltos, y me contó que hay otras reuniones que se llaman "Party Work", que consisten en que cuando una pareja tiene un trabajo desmesurado, como una mudanza o algo así, te invitan y primero se hace fiesta y luego trabajas como un negro. Esta variedad de fiesta no hacía falta bautizarla: en España, de toda la vida de Dios, ha existido eso que te decía un amigo o familiar de "Te invito a vendimiar, que se pasa muy bien" .
También me contó que a los almuerzos de toda la vida, ahora se les llama "brunch", que en vez de invitarte a comer, te pueden invitar a un "lunch" o que a la chica que cuida los niños se la puede denominar "Baby Sitter" en vez de niñera.
Bueno, bueno, ya os contaré mas cosas que parecen o suenan a una cosa y son otra.
¡Increíble!
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