En abril de 2016, año de nuestro señor. Se continua conmemorando el 400 aniversario de la muerte de Don Miguel de Cervantes.
Como quiera yo pensar, que tanto olvido en la fecha y el acontecimiento por parte del gobierno provisonal, es debido a eso, a su provisionalidad y no a su incapacidad, Dios me libre de pensar tal cosa, de tan sin lustre personajes.
Continuo yo con mi particular homenaje al más grande escritor, de todas las letras castellanas.
La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua.
Amistades que son ciertas nadie las puede turbar.
Más vale la pena en el rostro que la mancha en el corazón.
Los celos se engendran entre los que bien se quieren, del aire que pasa, del sol que toca y aun de la tierra que se pisa.
Puede haber amor sin celos, pero no sin temores.
Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.
No andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmalazado.
La buena y verdadera amistad no debe ser sospechosa en nada.
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