Ahora, que parece que termina un ciclo y comienza otro; que los calores veraniegos nos traen un punto y aparte, yo continúo formulándome preguntas para las que no encuentro respuestas.
¿Me ayudáis? ¿Me dais alguna repuesta?
¿Por qué se prohíbe la entrada a los perros en los lugares públicos y, en cambio, se permite el paso a los niños? La mayoría de los perros están bastante mejor educados que la gran mayoría de los niños.
Es más, voy más lejos y me pregunto ¿Por qué se deja acceder a los padres de los niños mal educados? ¿Es la sociedad responsable de padres tan irresponsables? ¿No es delito la mala educación de los hijos?
Si alguno de los lectores de este post estáis en el lado de estos padres, os invito -como deberían hacer en hoteles, restaurantes, cines y teatros- a que abandonéis mi blog y os dediquéis más a vuestros hijos. Ellos y la sociedad os lo agradecerán.
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