Las ampollas, las grietas, los músculos tensos, los calambres y todas esas molestias que nos acompañaron han desaparecido por completo.
Con nosotros continúa todo lo que comenzó con nosotros y que, lógicamente, no ha desaparecido -fuimos a Santiago, no a Lourdes-, me refiero a los dedos caídos, a los meniscos rotos, a los quistes en la rodilla y, sobre todo, a la pila de años que tenemos encima.
Ahora con cierta distancia y frialdad considero que es el momento de hacer un resumen de la experiencia vivida. ¿Os parece?
Mirad, el Camino Primitivo ha supuesto un reto muy duro de realizar y extraordinariamente gratificante de conseguir. Todo lo que imaginábamos se ha quedado corto.
La dureza de las subidas, el castigo de las bajadas, la belleza casi virgen de algunos tramos, el sufrimiento en algunas etapas, la alegría de cumplir los objetivos y, al final, la satisfacción de haber podido terminar en Fisterra y sentirnos vivos, cansados, tremendamente cansados, pero vivos.
Este ha sido el Camino Jubilar de los Ruiz en el 2016, un Camino donde nos ha dado tiempo de pensar, de reflexionar, de imaginar y hasta de soñar.
Ahora con cierta distancia y frialdad considero que es el momento de hacer un resumen de la experiencia vivida. ¿Os parece?
Mirad, el Camino Primitivo ha supuesto un reto muy duro de realizar y extraordinariamente gratificante de conseguir. Todo lo que imaginábamos se ha quedado corto.
La dureza de las subidas, el castigo de las bajadas, la belleza casi virgen de algunos tramos, el sufrimiento en algunas etapas, la alegría de cumplir los objetivos y, al final, la satisfacción de haber podido terminar en Fisterra y sentirnos vivos, cansados, tremendamente cansados, pero vivos.
Este ha sido el Camino Jubilar de los Ruiz en el 2016, un Camino donde nos ha dado tiempo de pensar, de reflexionar, de imaginar y hasta de soñar.
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