La fuente de las Conchas fue erigida para adornar los jardines de un Palacio situado en Boadilla del Monte (Madrid), propiedad del infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, hijo de Felipe V y hermano de Carlos III, durante el último tercio del siglo XVIII.
El trazado, tanto del edificio como del conjunto ajardinado y sus diferentes elementos ornamentales, fue encargado por el infante a Ventura Rodríguez, quien finalizó las obras en el año 1765. A este arquitecto se debe el diseño de la fuente, mientras que su realización corresponde a los escultores Francisco Gutiérrez Arribas y Manuel Álvarez el Griego.
La fuente estuvo emplazada en la cara sur del citado palacio hasta principios del siglo XIX, cuando los herederos del infante, los duques de San Fernando de Quiroga, decidieron regalársela a Fernando VII, el Deseado, que la mando instalar en el jardín de su esposa Maria Cristina, en Vista Alegre, Carabanchel.
En 1844, el arquitecto Narciso Pascual y Colomer dispuso emplazarla en su actual ubicación, junto con la Fuente de los Tritones (procedente de los Jardines de Aranjuez), dentro de su proyecto de ordenación del Campo del Moro.
La fuente se situa dentro del Campo del Moro en la confluencia de dos de los principales paseos de esta zona ajardinada. El primero de ellos parte de la Cuesta de San Vicente y se adentra en los jardines en dirección norte-sur. El segundo, el más importante del Campo del Moro, se extiende de este a oeste, desde la fachada occidental del palacio hasta el Paseo de la Virgen del Puerto, salvando una pronunciada pendiente.
En la parte central y segundo cuerpo, se encuentran unos tritones ancianos con el final de sus colas con cara de delfín, y sobre una base circular que adornan unas conchas gigantes y tortugas.
En la parte superior del conjunto, sujetada por los tritones ancianos, una taza donde se encuentran unas ninfas, que sujetan la última taza, más pequeña, que contiene la escultura de un niño abrazado a un delfín que hace de surtidor.
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