
Yo aportaré mi experiencia y un plan de trabajo que, a buen seguro, nos llevará a estar preparados para la aventura.
Que finalmente el reto se realice o no, es algo irrelevante. Ahí quedará el ejercicio, el esfuerzo, el sacrificio, la disciplina y, sobre todo, la satisfacción de sentirse vivo.
Antes de ponernos a caminar debemos tener claro que en el Camino las piernas y los pies, en particular, serán nuestro medio de transporte, así que debemos llevarlos en perfecto estado y cuidarlos durante todo el recorrido.
Para no tener problemas debemos atender una serie de detalles que nos harán el camino más agradable y menos sufrido.
1.- La preparación debe realizarse con el mismo calzado que utilizaremos después en el Camino. Este debe ser cómodo e impermeable.
2.- Los calcetines, ropa interior, pantalones y camisas deben estar confeccionados con fibras naturales. La ropa del camino debe usarse a lo largo de los entrenamientos.
3.- Los pies se pueden lubricar con vaselina para evitar cualquier roce. Cuidar al máximo las uñas.
4.- No se nos debe olvidar la protección solar y el gorro.
5.- Debemos utilizar prendas transpirables. De no ser así, iréis empapados por dentro, ya que con el ejercicio se libera humedad y sudor.
Por hoy vale de consejos de la abuela cebolleta, aunque no deberíais echarlos en saco roto.
Vamos a comenzar paseando, de lunes a sábado, dos horas a un ritmo que no nos llegue a sofocar, pero que nos haga sudar. Los domingos caminaremos tres horas. En total recorreremos unos 90 km a la semana.
Este régimen de entrenamientos lo vamos a llevar durante un mes. Luego ya hablaremos.
Ahora, vamos a comernos el camino, las aceras, los prados, lo que se nos ponga por delante.
¡ Buen camino ! ¡Buen provecho!
3.- Los pies se pueden lubricar con vaselina para evitar cualquier roce. Cuidar al máximo las uñas.
4.- No se nos debe olvidar la protección solar y el gorro.
5.- Debemos utilizar prendas transpirables. De no ser así, iréis empapados por dentro, ya que con el ejercicio se libera humedad y sudor.

Vamos a comenzar paseando, de lunes a sábado, dos horas a un ritmo que no nos llegue a sofocar, pero que nos haga sudar. Los domingos caminaremos tres horas. En total recorreremos unos 90 km a la semana.
Este régimen de entrenamientos lo vamos a llevar durante un mes. Luego ya hablaremos.
Ahora, vamos a comernos el camino, las aceras, los prados, lo que se nos ponga por delante.
¡ Buen camino ! ¡Buen provecho!
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