
Nada teme perder quien nada tiene.
Aparta la amistad de la persona que si te ve en el riesgo te abandona.
No anheles impaciente el bien futuro: mira que ni el presente está seguro.
¿Has cumplido con tu deber? Confía en el cielo que no te abandonará.
Prestad auxilio si queréis hallarlo.
Quien oye aduladores, nunca espere otro premio.
¡Cuántas veces resulta de un engaño, contra el engañador el mayor daño!
Yo venero tu sentir en esto de no seguir del enemigo el consejo.
El apetito ciego ¡A cuántos precipita, que por lograr un nada, un todo sacrifican!
Es de suma importancia tener en los trabajos tolerancia; pues la impaciencia en la contraria suerte es un mal más amargo que la muerte.
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