viernes, 24 de febrero de 2017

Teatro para merendar y cenar

Hace años, cuando sin lugar a dudas, los derechos y las libertades eran  pisoteados por un  ferrolano de pro. Se merenda y cenaba teatro.
   Hoy que se supone que estamos muy alejados de toda esa imposición y barbarie, cenamos  sálvame de lux .

Compañía Nacional de Teatro Clásico


SOLDADESCA – MADRID

de Bartolomé Torres Naharro


Inicio: 20 de marzo de 2017
Final: 29 de mayo de 2017

Patio de butacas del Teatro de la Comedia ©Compañía Nacional de Teatro Clásico

Bartolomé Torres Naharro nació en Extremadura hacia 1485. Todo lo relativo a su vida es hipotético aunque parece que llegó a Roma en 1508. Allí se nutrió de las concepciones renacentistas, que fundamentan toda su obra literaria.

Hacia 1510 escribió Soldadesca, una comedia «a noticia», que constituye una crónica de las compañías de soldados momentos antes de embarcar para la guerra. Muestra la corrupción, la criminalidad y la bestialidad de los instintos de este colectivo, con una intención social y crítica muy acentuada.

Teatro de la Comedia

Las bodas de Fìgaro
hasta el 26 de febrero

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Cumplimos 40 años y lo celebramos volviendo a escena este montaje
emblemático de Fabià Puigserver que hizo saltar la taquilla en
1989. Muchos de los que estaban vuelven a estar, y no hará falta
recordarlo si podéis revivirlo. La nostalgia, mucho mejor en presente.

Lluís Pasqual me ha propuesto montar otra vez Las bodas de Fígaro
que ideó Fabià Puigserver, con motivo del 40 aniversario de la fundación
del Lliure. Aquellas Bodas que se estrenaron en febrero de 1989 que
fueron tan emblemáticas, y que significan tanto para tanta gente. Para
el público que las vio y también para los que las hicimos. Desde el mayor
respeto al montaje, y con un profundo agradecimiento a todo lo que
el Lliure me ha dado a lo largo de tantos años, me pongo ilusionado
a procurar volver a llenar de vida un montaje lleno de lo que para Fabià
significaba el teatro: juego, generosidad, sabiduría y un grandísimo amor
y espíritu de servicio hacia el público. Yo entonces fui Fígaro; hoy, no
pocos años después, me encargan que redirija aquel montaje. Y lo que
más me apetece es intentar transmitir aquel precioso espíritu de vida
y de teatro a un nuevo grupo de actores para que, recogiendo el testigo
de los que lo hicimos de la mano de Fabià, con su contrastado talento
y entusiasmo, puedan aportar todo lo bueno que el paso de los años
haya añadido al ejercicio de nuestro oficio. Con todo mi amor por todos
aquellos que la estrenamos en 1989, y con todo mi amor hacia los que
hoy nos ponemos a trabajar, no puedo más que agradecer al Lliure
y a Lluís Pasqual esta bonita oportunidad.

LLUÍS HOMAR

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