domingo, 5 de marzo de 2017

¡Podemos! ¿Podemos? ¿Queremos? ¿Sabemos?

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Alcaldesa de Madrid
    De pequeño en casa, en la escuela, en la calle... era habitual escuchar la frase  "Predicar no es dar trigo".
    Qué razón tenían todos  aquellos que, en alguna ocasión a lo largo de mi vida, me han espetado:  "No seas iluso. Predicar no es dar trigo".
     Pues sí, señores, tenían razón, incluso doble razón: una, que soy un iluso; otra, que "predicar no es dar trigo". Respecto a la primera, me importa poco ser un iluso. Es más, me siento orgulloso de serlo, de creer en la bondad de los demás.
   Ahora bien, me revuelvo y me rebelo contra la frasecita de marras, "predicar no es dar trigo". No entiendo, no me entra en la cabeza cómo hay personas que engañan a los demás con falsas esperanzas, cuando ellos mismos deben ser conscientes de sus limitaciones y de sus verdaderas pretensiones.    
Yolanda Rodríguez Martínez
Concejala del distrito de Ciudad Linial
        Cómo pueden pelearse sin ir más lejos, los señores de Podemos, (como la tan denostada vieja casta), por un sillón y un jornal vitalicio, cuando ellos son conscientes de sus limitaciones. Limitaciones prácticas e intelectuales, puestas de manifiesto en los lugares donde están ejerciendo el poder. Donde no les llegan las dos manitas al culo (como decían en mi casa para referirse a la incapacidad e inoperancia de quienes asumen tareas que les sobrepasan),  donde han convertido en problemas crónicos los conflictos heredados de los partidos corruptos. Con tal actitud, han terminado por hacer bueno aquello que los ciudadanos sensatos consideraban objetivamente malo. 
         En Madrid, en mi barrio, sin ir más lejos, el PODEMOS Y NO QUEREMOS O NO SABEMOS, està en la orden del día.

    PODEMOS colgar una pancarta en el ayuntamiento acogiendo refugiados y NO QUEREMOS solucionar el problema de los mendigos que duermen en el Puente de Ventas, en el Parque Calero, en el cine Canciller. Lugares todos ellos en los que los indigentes encienden fuego, hacen sus necesidades, duermen, comen, pasan su pobre vida  ante el inmovilismo de la señora Concejala del distrito de Ciudad Lineal, la cual recibe cartas y cartas de protesta  sin tan siquiera leerlas , ya que hasta el  momento no ha movido ni un dedo para interesarse por la grave situación de los indigentes. 
Resultado de imagen de ANAGRAMA PODEMOS  PODEMOS gastarnos el dinero en ampliar las aceras del Mercado de Ventas y NO SABER que por allí no pasa casi nadie, excepto los mendigos que duermen frente al cine Canciller.  
  PODEMOS crear zonas de aparcamiento de motocicletas en detrimento del aparcamiento de coches, cuando en la zona de avenida Donostiarra hay isletas de sobra, cuya existencia seguramente IGNORAN las autoridades que proyectan los tales aparcamientos innecesarios. 
   PODEMOS crear accesos seguros a las aceras de la avenida Donostiarra para discapacitados, niños, ancianos o imposibilitados, pero la concejala del distrito de Ciudad Lineal NO QUIERE
     PODEMOS legalizar el aparcamiento en el puente Calero, pero NO QUEREMOS  devolver las multas de aparcamientos que se han impuesto en esta misma área desde años inmemoriales. 
     PODEMOS ampliar aceras innecesariamente y OBSTRUIR las vías de circulación. Véase cruce Francisco Silvela con Diego de León o el acceso al Parque Calero desde el mercado de Ventas.   
   PODEMOS tener más limpio el barrio y NO QUERER  emplear más recursos o más control sobre los recursos empleados.

    Si extrapolamos esta forma de proceder en algunos barrios a toda la ciudad de Madrid, comprenderemos, sin temor a equivocarnos, que PODER, PODEMOS, pero en unos casos NO SABEMOS O NO QUEREMOS. En resumen, que terminaremos dando la razón a los que  tan sabiamente acuñaron aquella frase tan familiar de mi infancia:   "Predicar no es dar trigo". 

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