Tan solo quedan dos días para subirnos al tren del Camino Norte.
El Camino, cualquier camino, es como un gran supermercado con las estanterías a rebosar, los peregrinos pasamos por los pasillos y vamos llenando los carros de cosas diversas, unas son necesarias, otras innecesarias, algunas son caprichos propios y las más son ajenos.
Cada carro es único, no existen carros iguales, como no hay Caminos iguales. Cada peregrino tiene su Camino y hay tantos Caminos como peregrinos.
Ahora tan solo nos queda terminar de llenar nuestros carros y de disfrutar de todo lo que conforma nuestro Camino.
Como último consejo de este peregrino reincidente, os diré que dispongáis vuestro cuerpo, vuestros sentidos para que sean receptivos con todo lo que pase a vuestros alrededor. No os dejéis vencer por el cansancio y cuidar el espíritu, que al final es el calzado primordial en el Camino.
¡Buen Camino! ¡Bo Camiño!
Cada carro es único, no existen carros iguales, como no hay Caminos iguales. Cada peregrino tiene su Camino y hay tantos Caminos como peregrinos.
Ahora tan solo nos queda terminar de llenar nuestros carros y de disfrutar de todo lo que conforma nuestro Camino.
Como último consejo de este peregrino reincidente, os diré que dispongáis vuestro cuerpo, vuestros sentidos para que sean receptivos con todo lo que pase a vuestros alrededor. No os dejéis vencer por el cansancio y cuidar el espíritu, que al final es el calzado primordial en el Camino.¡Buen Camino! ¡Bo Camiño!
No hay comentarios:
Publicar un comentario