Este blog y su amanuense vuelven a la actividad diaria tras este parón simbólico. Un parón que ha querido ser una muestra de solidaridad, tristeza, repulsa y esperanza.
La vida sigue y no hay más remedio que continuar, sin olvidar, pero con la vista en el horizonte y sin ningún temor.
Ningún descerebrado, asesino, escoria del género humano nos debe privar de lo más importante que poseemos, la libertad. Libertad de la que carecen todos estos excrementos humanos que se dejan manipular por las ideas de un falso paraíso y de un falso dios que premia por hacer daño a seres inocentes.
¡No tengo miedo!
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