miércoles, 27 de diciembre de 2017

Leyendas y lugares. La cueva de Salamanca.

Resultado de imagen de la cueva de salamanca  La Cueva de Salamanca es en realidad la cripta de la antigua Iglesia de San Cebrián, que fue derribada en el siglo XVI. Está ubicada junto a la Torre del Marqués de Villena y la Cerca Vieja, la parte más antigua de la Muralla.

   La Cueva ha tenido un gran protagonismo literario. Cervantes, Calderón de la Barca, Escilla, Torres Villarroel, Feijoo, Botello de Moraes, Walter Scott o Ricardo de Rojas, son algunos de los autores que han hablado de ella.



"Cuenta la leyenda que en este espacio Satanás, bajo la apariencia de sacristán, impartía doctrinas de ciencias ocultas, adivinación, astrología y magia a siete alumnos durante siete años, tras de los cuales, uno de ellos, debía quedar de por vida en la cueva a su servicio". 


Resultado de imagen de la cueva de salamanca   El origen de esta leyenda se fomentó por el hermetismo de los alumnos sobre las materias que impartía don Clemente Potosí, párroco en funciones y al que el pueblo llegó a identificar como el mismísimo Lucifer.
   Al parecer el objetivo final era aprender técnicas adivinatorias y para ello estudiaban astrología, geomancia, hidromancia, piromancia y quiromancia. 



 Los alumnos era siempre siete, número con implicaciones místicas. Debían pagar por las clases recibidas y solo uno pagaba las clases de siete. 
    El método de la elección del pagano era un sorteo. Si al que le tocaba no podía pagar debía permanecer encerrado en la cueva.
   Un año quien perdió el sorteo y debía pagar las clases a todos sus compañeros fue el Marques de Villena, Enrique de Aragón. 
Resultado de imagen de la cueva de salamanca  Encontrándose en la ciudad como estudiante en la Universidad.  Cuando tuvo que pagar se encontró en la situación de no tener dinero, por lo que fue encerrado en la cueva.
   El joven Enrique no se resignó a su destino e ideó un plan para poder escapar. Para ello se ocultó en el interior de una tinaja, la cual estaba tapada de diversos objetos que se habían ido acumulando.
 Al ocultarse en la tinaja procuró que los objetos quedaran tal y como estaban para no ser descubierto.   Cuando el maestro regresó a la sacristía y se la encontró vacía marchó rápidamente dejando la puerta abierta, la situación fue aprovechada por el futuro marques para escapar a la iglesia donde se ocultó. 
   Allí paso toda la noche hasta que a la mañana siguiente, al abrirse las puertas  pudo escapar del recinto.

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