miércoles, 28 de febrero de 2018

Campanas. La campana de S. Pedro de Colonia

  La campana de San Pedro de Colonia es la campana más grande del mundo en activo. 
   Detrás de toda la información sobre esta campana, continua el desfile de mis campanas.



  En 1921 se propuso fundir una nueva campana. Vecinos de Colonia, entre ellos el primer alcalde Konrad Adenauer, redactaron una carta dirigida al canciller del Reich, en la que solicitaban la entrega de metal para esos fines.  
  Se efectuó un concurso a nivel europeo para adjudicar la fabricación de la campana, que debía tener un 'do' puro como tono de toque y un 'mi' como primer armónico. La empresa Ulrich, de Apolda, fue la única que presentó una oferta y el 13 de marzo de 1922, el Cabildo Metropolitano le encargó la fundición de la campana, que se efectuó el 5 de mayo de ese mismo año. La decoración fue diseñada por el escultor Heinrich Renard.
Resultado de imagen de catedral de colonia fotosLa poca resonancia del concurso entre los talleres de fundición de campanas europeos se debió a la exigencia de fabricar una campana cuyo primer armónico fuese una tercera mayor, que parecía imposible de cumplir, pues en las campanas a partir de un cierto tamaño se tiene siempre una tercera menor. Heinrich Ulrich sólo aceptó el encargo porque sabía cómo solucionar el problema. Conocía la campana medieval de mayor tamaño, la Gloriosa, de la ciudad de Erfurt, que también produce una tercera mayor. Midió cuidadosamente las dimensiones de ésta, pasó las medidas a 'do' y, a partir de ello, diseñó la forma y el grosor de la campana de San Pedro.
  Al hombre le costo la salud la singular tarea  y falleció en febrero de 1924, antes de haber oído el repique de la campana.
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La fundición Ulrich, que a causa de la inflación monetaria existente no podía hacer ningún cálculo realista de los costos, se negó a entregar la campana acabada y exigió un adicional de 5000 dólares. Para atender a este reclamo se formó espontáneamente una asociación en Colonia que logró reunir la suma pedida para diciembre de 1923. Otra cuestión problemática fue el transporte, que planteó enormes dificultades y que sólo se emprendió el 10 de noviembre de 1924, siguiendo un plan cuidadosamente elaborado. El 14 de noviembre la campana llegó finalmente al puerto de Colonia, el único lugar donde se disponía de una grúa capaz de sacarla del vagón especialmente construido para su transporte y cargarla en un camión de plataforma baja.
El 30 de noviembre de 1924, el arzobispo y cardenal Joseph Schulte la consagró con el nombre del patrono de la Catedral, San Pedro, en un acto que se realizó frente a la puerta principal de la Catedral. Para permitir a la enorme multitud que se había congregado seguir su discurso, se utilizaron por primera vez altavoces. Ya que la campana – de 3,20 metros de alto por 3,22 metros de ancho – no cabía por las puertas, de sólo 1,84 metros de ancho, se debió desmontar el parteluz de la puerta principal con la estatua de Santa María. El transporte hasta el armazón de campana, a 53 metros de altura, llevó varias semanas. Estaba previsto tocarla por primera vez en Nochebuena. Ponerla en movimiento llevó un buen rato y cuando, por fin, sonaron las tres primeras campanadas, se cortó la soga del mecanismo de repique, y la campana enmudeció. Los trabajos de reparación en el badajo el dispositivo de suspensión llevaron meses. El repique solemne de todas las campanas de la Catedral se oyó por primera vez el 10 de octubre de 1925.
La campana de San Pedro, que los habitantes de Colonia llaman cariñosamente ‘Der dicke Pitter’ (El gordo Pedro), está decorada con numerosas inscripciones, representaciones figurativas y escudos de armas. La inscripción más conocida reza así:

Me dicen San Pedro,

protejo la tierra alemana.
Nacida del dolor alemán
llamo a la unidad.

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Musicalmente, la campana de San Pedro, a diferencia de la del Emperador, es una obra maestra sin igual. Su grave 'do' sienta la base para el solemne acorde de do mayor, dentro del cual se inscribe la melodía 'sol2-la2-si2' de las tres campanas antiguas de la Catedral. En sentido ascendente, el acorde es complementado por la campana de Santa Úrsula (1861, ‘re3’), la del Cabildo (1911, ‘mi3’) y la del Ave María (1911, ‘sol3’). En opinión de conocedores de la materia, no existe ninguno juego de campanas que se pueda comparar al de la Catedral de Colonia.
El toque de una campana de gran tamaño plantea enormes dificultades técnicas que generaciones de expertos se han empeñado en superar. Así, también se modificaron varias veces el badajo y el dispositivo de suspensión de la campana de San Pedro, sin obtener un repique realmente perfecto. Además, en 1952 se produjo una rajadura que únicamente se pudo cerrar por soldadura autógena al segundo intento, en 1956. Con todo, el problema de las campanadas desparejas, los badajazos duros y las desagradables intermitencias persistió. Sólo en 1984 se instaló, a propuesta del maestro de obras de la Catedral Wolff, una barrera eléctrica de luz que desconecta los dos motores en cuanto se sobrepasa un determinado ángulo de toque. Vale decir que la campana de San Pedro pasó a regular por sí misma la alimentación de energía, y desde entonces su repique es parejo. Sigue siendo la campana oscilante de mayor tamaño del mundo.

Mis campanas:


Toledo

Budapest

Praga

Roma

Camprodón

Londres

Fotos de mis campanas: J Ruiz

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