La clave para la inmortalidad es principalmente vivir una vida que valga la pena recordar.
Lo que un hombre piensa de él en su corazón, es lo que es.
El saber no es suficiente, debemos aplicarlo. El querer no es suficiente, debemos hacer.
Si crees que algo es imposible, tú lo harás imposible.
No temas fallar. No es fallar, sino apuntar muy bajo el error. Con grandes aspiraciones, es glorioso incluso fallar.
Si te acostumbras a poner limites a lo que haces, físicamente o a cualquier otro nivel, se proyectara al resto de tu vida. Se propagara en tu trabajo, en tu moral, en tu ser en general. No hay limites. Hay fases, pero no debes quedarte estancado en ellas, hay que sobrepasarlas… El hombre debe constantemente superar sus niveles.
Cuando el oponente se expande, yo me contraigo. Cuando él se contrae, yo me expando. Y cuando hay una oportunidad, yo no golpeo; el golpe se da por sí mismo.
La verdadera maestría trasciende cualquier arte particular. Parte de la maestría de uno mismo, la habilidad, desarrollada a través de la auto-disciplina, estar en calma, tranquilamente atento, y completamente en sintonía con uno mismo y lo que le rodea. Entonces, y solo entonces, una persona puede conocerse a sí mismo.
Elija ser positivo. Usted tiene esa opción, es el dueño de su actitud. Elija ser positivo, constructivo. El optimismo es el hilo conductor hacia el éxito.
Después de todo, cualquier tipo de conocimiento implica auto-conocimiento.
Nació en Chinatown (San Francisco), un 27 de noviembre de 1940, en el año del dragón; sin embargo, Bruce se crió en Kowloon (Hong Kong), lugar donde comenzó a entrenar a los 13 años y de manera formal las artes marciales chinas del Taichí con su padre, y luego el estilo Wing Chun, con el maestro Ip Man.
Desde muy pequeño, apareció en películas interpretando a niños y posteriormente a adolescentes. A los 18 años, Bruce regresó a los Estados Unidos, donde comenzó sus estudios de filosofía en la Universidad de Washington, llegando a lograr el doctorado, en esta área. Bruce siendo un innovador y pensador aplicó a su arte lo aprendido; estudió el pensamiento de varios filósofos occidentales y orientales provenientes del taoístas como Lao-Tsé y Chuang-Tsé, además, comenzó a entrenar a sus compañeros de universidad en el arte del kung fu chino.
Reconocido en el mundo entero por ser el renovador y exponente de las artes marciales dedicando su vida a dicha disciplina, buscando la perfección y la verdad, llegando a crear su propio método de combate y filosofía de vida, el Jun Fan Gung-Fu, que tiempo después y sumado a su concepto filosófico se llamaría, el Jeet Kune Do o «el camino del puño interceptor».
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