Los días se suceden sin parar y tras una semana viene otra. Cuando te quieres dar cuenta, ya ha pasado otro mes y del calor del verano estamos en el frío navideño. Todo va a una velocidad de vértigo.
Velocidad que no se corresponde con otros acontecimientos que parecen quedar suspendidos en la ingravidez, detenidos en espera de que un borrador los elimine del encerado de la memoria colectiva.
A la sociedad en general la intentan etiquetar, clasificar y ordenar para, de esa forma, poder controlarla y dirigirla hacia donde mejor convenga.
¿A quién le conviene? Pues está claro: a los que sacan partido, a los que obtienen ventaja, a quienes son los pastores que, apoyados por sus canes adiestrados, dirigen los diferentes rebaños a unos pastos u a otros. Todo depende de la temporada, de sus acuerdos o, simplemente, de su capricho. Todo se reduce a una labor de pastoreo puro y duro.
Y si no cómo se pueden explicar las siguientes situaciones:
- Se habla de independentismo catalán, medio pueblo se levanta contra el otro medio, se está al borde de una guerra civil y nadie menciona al que iba a tirar de la manta cuando le descubrieron el tres por ciento, los misales, las biblias ...
Hasta ese día no había problema de independencia, ni de nacionalismo. Estaba el dinero de por medio, el dinero para el pastor, por supuesto.
Las ovejas pastan actualmente por las ramblas teñidas de rubio.
- En el Congreso, en el Senado, en todos los foros de opinión se está pendiente de los máster regalados, las carreras no corridas de unos políticos y otros que, acostumbrados a engañar, se engañan a sí mismos también.
¿Alguien se ha puesto a trabajar para mejorar la sociedad en general, alguien intenta revertir la situación dejada por el hombre del plasma? ¿Hay algún político, aunque sea uno solo, con máster o sin él, sin carrera o con ella que vaya a hacer devolver el dinero inyectado en los bancos y cajas, que vaya a devolver la dignidad y el respeto a los pensionistas?
Podría continuar enumerando los sinsentidos, los sindioses, pero estoy instalado en el hartazgo y, en este estado, se te quitan las ganas y te quedas sin fuerzas, exhausto.
- Se habla de independentismo catalán, medio pueblo se levanta contra el otro medio, se está al borde de una guerra civil y nadie menciona al que iba a tirar de la manta cuando le descubrieron el tres por ciento, los misales, las biblias ...
Hasta ese día no había problema de independencia, ni de nacionalismo. Estaba el dinero de por medio, el dinero para el pastor, por supuesto.
Las ovejas pastan actualmente por las ramblas teñidas de rubio.
- En el Congreso, en el Senado, en todos los foros de opinión se está pendiente de los máster regalados, las carreras no corridas de unos políticos y otros que, acostumbrados a engañar, se engañan a sí mismos también.
¿Alguien se ha puesto a trabajar para mejorar la sociedad en general, alguien intenta revertir la situación dejada por el hombre del plasma? ¿Hay algún político, aunque sea uno solo, con máster o sin él, sin carrera o con ella que vaya a hacer devolver el dinero inyectado en los bancos y cajas, que vaya a devolver la dignidad y el respeto a los pensionistas?
Podría continuar enumerando los sinsentidos, los sindioses, pero estoy instalado en el hartazgo y, en este estado, se te quitan las ganas y te quedas sin fuerzas, exhausto.
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