miércoles, 21 de noviembre de 2018

Leyenda . La diosa Mari, en Txindoki

Resultado de imagen de Leyenda . La diosa Mari, en Txindoki imagen    Dentro de las creencias religiosas de la población vasca hasta la llegada del cristianismo incluían la creencia en diversas deidades, siendo una de las más importantes la diosa Mari.     
    Esta deidad era un ente femenino el cual tenía poder sobre las tormentas y sobre la naturaleza. Solía ser cruel ante la mentira o el orgullo. Mari tenía su principal hogar en las cuevas del monte Amboto, si bien disponía de otras y se iba moviendo entre los distintos montes.
Resultado de imagen de Leyenda . La diosa Mari, en Txindoki imagen    Cuenta la leyenda que tras varios años sin pasar por el monte Txindoki, la deidad Mari volvió a visitar su hogar en dicha elevación. La llegada de la deidad no fue algo desconocido: un caballo volador en llamas la transportaba, y su llegada venía acompañada de lluvias hasta que la deidad llegaba a sus aposentos.
    Un día una pastora llevó el rebaño de su amo a la falta del monte, para al llegar la tarde reunirlas y volver a casa. Pero al contarlas se dió cuenta de que le faltaba una, temiendo que hubiese subido hasta la cima. Pese al miedo de que la deidad la castigara, la pastora inició el ascenso en búsqueda del animal, al cual encontró a la entrada de una cueva cerca de la cima.
Resultado de imagen de Leyenda . La diosa Mari, en Txindoki imagen    La joven encontró también en ella a la deidad. La diosa se encontraba hilando, y procedió a pedirle a la pastora su colaboración en su tarea. A cambio, le prometió que la recompensaría y que un día tendría su propio rebaño. La pastora aceptó, y pasó los siguientes siete años aprendiendo no solo a hilar sino también cosas como el lenguaje de los animales, así como ayudando a la diosa. Tras dicho tiempo, la deidad le dió un enorme trozo de carbón antes de desaparecer. 
      Al salir de dicha cueva la pastora se dió cuenta de que el carbón había pasado a ser oro, con el cual pudo comprarse su propia casa y rebaño.

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