El envidioso no tiene solución, ve lo del otro lo mejor, aun siendo peor.
Al pesar por el bien ajeno, llaman envidia y veneno
Castiga a los que te envidian haciéndoles el bien.
La envidia es serpiente que al que la abriga le muerde.
Al pesar por el bien ajeno, llaman envidia y veneno
Castiga a los que te envidian haciéndoles el bien.
La envidia es serpiente que al que la abriga le muerde.
La envidia es una mala consejera.
La envidia sigue al mérito, como la sombra al cuerpo.
La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
La envidia, dice el autor, es martillo destructor.
Más te debes guardar de la envidia de un amigo, que de la emboscada de un enemigo.
Si la envidia fuera tiña, cuántos tiñosos habría.
Vale más ser envidiada que envidiosa.
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