sábado, 5 de enero de 2019

Frases de Robespierre


Cocarde tricolore.svgEl gobierno en una revolución es el despotismo de la libertad contra la tiranía.


El que pide con timidez se expone a que le nieguen lo que pide sin convicción.


El rey debe morir para que el país pueda vivir.


Signature de Maximilien de Robespierre.jpgLa muerte es el comienzo de la inmortalidad.


Cuando la tiranía se derrumba procuremos no darle tiempo para que se levante.


Toda institución que no suponga que el pueblo es bueno y el magistrado corruptible, es viciosa.


Los países libres son aquellos en los que son respetados los derechos del hombre y donde las leyes, por consiguiente, son justas.


El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes.


¿Hasta cuándo el furor de los déspotas será llamado justicia y la justicia del pueblo, barbarie o rebelión?


Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo el más sagrado e indispensable de los deberes.


Toda ley que viole los derechos inalienables del hombre es esencialmente injusta y tiránica, no es una ley en absoluto.


Se puede abandonar a una patria dichosa y triunfante. Pero amenazada, destrozada y oprimida no se le deja nunca; se le salva o se muere por ella.

Robespierre.jpg
  Maximilien François Marie Isidore de Robespierre,​ más conocido como Maximilien Robespierre​ (Arras, 6 de mayo de 1758-París, 28 de julio de 1794), fue un abogado, escritor, orador y político francés apodado «el Incorruptible».
     Fue uno de los más prominentes líderes de la Revolución francesa, diputado, presidente de la Convención Nacional en dos oportunidades, jefe indiscutible de la facción más radical de los jacobinos y miembro del Comité de Salvación Pública, entidad que gobernó Francia durante el periodo revolucionario conocido como el Terror.

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