sábado, 8 de junio de 2019

Leyendas y lugares. La casa de los Espejos. Cadiz

Leyendas de CádizEn la Alameda frente al monumento del marqués de Comillas en Cádiz, vivía un capitán de barco con su mujer y su hija. Viajaba continuamente y, puesto que tenía poco tiempo para su familia, cada vez que volvía del mar traía un regalo a su hija: espejos. La niña fue creciendo y, además de convertirse en una bella dama, tenía un comportamiento ejemplar.

El padre solo tenía ojos para ella y seguía regalándole espejos y más espejos, consiguiendo en poco tiempo una gran colección. Eran grandes, pequeños, labrados, lisos, con adornos, simples y de todos y cada uno de los lugares del mundo en los que había estado el capitán.

Resultado de imagen de imagen de la casa de los espejos de cadizLa madre, que recibía poca atención de su marido, empezó a tener celos, por los caprichos que recibía la bella joven, lo que provocó varias discusiones con su hija días tras día. Hasta que en uno de los viajes que realizó el capitán, la madre entró en cólera y decidió envenenar a su hija para obtener así la atención de su marido.
El capitán regresó de su viaje y se topó con la noticia más dolorosa que un padre puede recibir: su amada hija había muerto, incapaz de superar una grave enfermedad, según su esposa.

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El padre no podía creer la muerte de su niña y pasaba los días con la cabeza perdida, hasta que al poco tiempo observó que en los espejos se reflejaba la imagen de su hija fallecida y la escena del envenenamiento. Hizo que su mujer confesara el crimen y la entregó a la policía para que pasara el resto de sus días en la cárcel. Tras esto, el capitán abandonó la casa, para no volver nunca.
Hoy en día es una vivienda de lujo y tiene otros habitantes pero, según varias personas que han estado en su interior, han sentido escalofríos viendo que no se reflejaba su propio rostro en los espejos de la habitación.

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