Etapa 12 y ultima de este Camino 2020. Con 23 km. y un perfil totalmente llano, el único aliciente es llegar a Burgos y disfrutar de sus monumentos y tal vez de su queso y morcilla.
¡Buen Camino!
Itinerario:
Km 0. Agés
Despedimos Agés dando un último vistazo a su arquitectura tradicional y comenzamos la jornada por el arcén de la carretera que lleva hasta Atapuerca.
Km 2,6. Atapuerca
La carretera divide la población en dos y actúa como calle principal. Antes de abandonar el pueblo dejamos el asfalto y nos desviamos a la izquierda por una pista pedregosa. Ésta avanza entre monte bajo y tras dejar atrás una explotación agrícola sube sin dificultades – no así para los ciclistas – hasta una gran cruz de madera (Km 4,8).
Una flecha amarilla en la base del poste nos anima a seguir paralelos a la desvencijada alambrada. Un vértice geodésico – a una altitud de 1077 metros – marca el comienzo del descenso hacia el valle del río Pico. En el fondo más próximo se descubre una cantera y más al fondo la ciudad de Burgos. En la bajada tomamos, a la izquierda, el cruce que se dirige
hasta Villalval.
Km 7. Villalval
Con la escena de la iglesia derrumbada salimos del pueblo por una carretera comarcal que nos conduce en breve a Cardeñuela Riopico.
Km 8,6. Cardeñuela Ríopico
Km 10,6. Orbaneja Riopico
Continuamos por la carretera y pasamos sobre la AP-1. En breve, como a doscientos metros y junto a unos unifamiliares, encontramos una doble
señalización. La que índica de frente avanza hacia Villafría y la que se desvía a la izquierda (marcada con pintura con la opción Río) se dirige hasta Castañares (Km 11,6).
Toca elegir cuál seguir. La de Villafría es más pesada, ya que llegados a esta localidad restan muchos kilómetros hasta la capital al pie de la N-1 y atravesando un paisaje industrial y sumamente urbano. La de Castañares es mejor alternativa. Por ésta giramos a mano izquierda por la pista de tierra y caminamos entre restos de escombreras hasta toparnos con la
valla del aeropuerto, que establece su perímetro de seguridad (Km 13,2). Pegados a la valla, continuamos hasta el
mismo Castañares, al pie de la N-120.
Km 15,3. Castañares
Desde Castañares, la lógica y la señalización imponen seguir hasta Burgos por el andadero de la N-120, que pasa antes por Villayuda. Sin embargo existe una alternativa mucho más apetitosa que evita la tediosa entrada a la capital. Se trata de tomar el paseo fluvial del río Arlanzón que lleva tranquilamente hasta el mismo centro de Burgos. No es histórica y los puristas del Camino no la apoyan pero va ganando adeptos. Se inicia en un puente peatonal sobre el río burgalés. Si nos asaltan las dudas lo mejor es preguntar a algún vecino de Castañares. Caminando a la vera del río durante más de tres kilómetros llegaremos junto a la playa Fuente del Prior (Km 18,7).
El mismo paseo nos llevará en unos cuarenta minutos más hasta el puente de San Pablo o puente del Cid, reconocible por las soberbias esculturas medievales que adornan sus pilares (Km 22). Cruzando el puente accedemos a la plaza de El Cid, donde se encuentra la escultura ecuestre de esta figura notable de la Reconquista. Pasada la estatua tomamos el paseo del Espolón para acceder a la
plaza de la Catedral.
Km 23. Burgos
¡Buen Camino!
Desde un alto calizo y pelado, pasado Atapuerca, ya se distingue la primera capital castellana: Burgos. El Camino deja atrás el valle del río Pico y se detiene en una bifurcación que lleva hasta Villafría o Castañares. Accediendo a esta última se puede esquivar uno de los los pesados accesos a la ciudad tomando el paseo fluvial del río Arlanzón hasta el puente de San Pablo, situado cerca de la catedral.
Itinerario:
Km 0. Agés
Despedimos Agés dando un último vistazo a su arquitectura tradicional y comenzamos la jornada por el arcén de la carretera que lleva hasta Atapuerca.
Km 2,6. Atapuerca
La carretera divide la población en dos y actúa como calle principal. Antes de abandonar el pueblo dejamos el asfalto y nos desviamos a la izquierda por una pista pedregosa. Ésta avanza entre monte bajo y tras dejar atrás una explotación agrícola sube sin dificultades – no así para los ciclistas – hasta una gran cruz de madera (Km 4,8).
Una flecha amarilla en la base del poste nos anima a seguir paralelos a la desvencijada alambrada. Un vértice geodésico – a una altitud de 1077 metros – marca el comienzo del descenso hacia el valle del río Pico. En el fondo más próximo se descubre una cantera y más al fondo la ciudad de Burgos. En la bajada tomamos, a la izquierda, el cruce que se dirige
hasta Villalval.
Km 7. Villalval
Con la escena de la iglesia derrumbada salimos del pueblo por una carretera comarcal que nos conduce en breve a Cardeñuela Riopico.
Km 8,6. Cardeñuela Ríopico
Km 10,6. Orbaneja Riopico
Continuamos por la carretera y pasamos sobre la AP-1. En breve, como a doscientos metros y junto a unos unifamiliares, encontramos una doble
señalización. La que índica de frente avanza hacia Villafría y la que se desvía a la izquierda (marcada con pintura con la opción Río) se dirige hasta Castañares (Km 11,6).
Toca elegir cuál seguir. La de Villafría es más pesada, ya que llegados a esta localidad restan muchos kilómetros hasta la capital al pie de la N-1 y atravesando un paisaje industrial y sumamente urbano. La de Castañares es mejor alternativa. Por ésta giramos a mano izquierda por la pista de tierra y caminamos entre restos de escombreras hasta toparnos con la
valla del aeropuerto, que establece su perímetro de seguridad (Km 13,2). Pegados a la valla, continuamos hasta el
mismo Castañares, al pie de la N-120.
Km 15,3. Castañares
Desde Castañares, la lógica y la señalización imponen seguir hasta Burgos por el andadero de la N-120, que pasa antes por Villayuda. Sin embargo existe una alternativa mucho más apetitosa que evita la tediosa entrada a la capital. Se trata de tomar el paseo fluvial del río Arlanzón que lleva tranquilamente hasta el mismo centro de Burgos. No es histórica y los puristas del Camino no la apoyan pero va ganando adeptos. Se inicia en un puente peatonal sobre el río burgalés. Si nos asaltan las dudas lo mejor es preguntar a algún vecino de Castañares. Caminando a la vera del río durante más de tres kilómetros llegaremos junto a la playa Fuente del Prior (Km 18,7).
El mismo paseo nos llevará en unos cuarenta minutos más hasta el puente de San Pablo o puente del Cid, reconocible por las soberbias esculturas medievales que adornan sus pilares (Km 22). Cruzando el puente accedemos a la plaza de El Cid, donde se encuentra la escultura ecuestre de esta figura notable de la Reconquista. Pasada la estatua tomamos el paseo del Espolón para acceder a la
plaza de la Catedral.
Km 23. Burgos
Dificultades:
Sin apenas dificultades, todo dependerá de las condiciones en que se llegue a esta etapa.
Que ver:
Atapuerca:
Este pueblo ha saltado a la fama mundial por ser el escenario de los yacimientos paleolíticos importantes del mundo. Se pueden visitar de forma guiada para contemplar el lugar donde vivió el Homo antecesor hace ya más de un millón de años. En las inmediaciones de Atapuerca tuvo lugar en 1054 la batalla entre el rey de León y Castilla, Fernando I, y el de Navarra, Don García, que se saldó con la muerte de este último. De esta manera Fernando I recuperó los territorios de la Bureba y Oca que él mismo había entregado a su hermano. Un monolito conmemora el hecho. Hay una buena oferta de restaurantes.
Burgos:
Fundada en el año 884 por Diego Rodríguez Porcelos, Burgos es una ciudad que debe parte de su importancia al Camino de Santiago. En ella se asentaron mercaderes y artesanos y se construyeron hospitales (llegaron a existir más de 30) y durante siglos se convirtió en una de las urbes más importantes de España. Su catedral es una de las más famosas del mundo. Se comenzó a construir en 1221 (Fernando III el Santo puso la primera piedra) y se necesitaron tres siglos para terminarla. El templo tiene cuatro puertas principales, a cada cual más bella, y de la fachada principal sobresale la decoración flamígera. En el interior está el sepulcro del Cid y sobre el triforio se encuentra el famoso Papamoscas, autómata que canta las horas abriendo la boca y empuñando el badajo de una campana.
Los monumentos de Burgos dignos de visitarse son innumerables: la iglesia de San Nicolás, la de Santa Gadea, la Puerta de San Esteban y en extramuros la Cartuja de Miraflores. A la salida de Burgos se encuentra el magnífico Hospital del Rey, el más importante de la ciudad y el monasterio cisterciense de Las Huelgas con un conjunto de edificaciones que van desde el románico al gótico.
Atapuerca:
Este pueblo ha saltado a la fama mundial por ser el escenario de los yacimientos paleolíticos importantes del mundo. Se pueden visitar de forma guiada para contemplar el lugar donde vivió el Homo antecesor hace ya más de un millón de años. En las inmediaciones de Atapuerca tuvo lugar en 1054 la batalla entre el rey de León y Castilla, Fernando I, y el de Navarra, Don García, que se saldó con la muerte de este último. De esta manera Fernando I recuperó los territorios de la Bureba y Oca que él mismo había entregado a su hermano. Un monolito conmemora el hecho. Hay una buena oferta de restaurantes.
Burgos:
Fundada en el año 884 por Diego Rodríguez Porcelos, Burgos es una ciudad que debe parte de su importancia al Camino de Santiago. En ella se asentaron mercaderes y artesanos y se construyeron hospitales (llegaron a existir más de 30) y durante siglos se convirtió en una de las urbes más importantes de España. Su catedral es una de las más famosas del mundo. Se comenzó a construir en 1221 (Fernando III el Santo puso la primera piedra) y se necesitaron tres siglos para terminarla. El templo tiene cuatro puertas principales, a cada cual más bella, y de la fachada principal sobresale la decoración flamígera. En el interior está el sepulcro del Cid y sobre el triforio se encuentra el famoso Papamoscas, autómata que canta las horas abriendo la boca y empuñando el badajo de una campana.
Los monumentos de Burgos dignos de visitarse son innumerables: la iglesia de San Nicolás, la de Santa Gadea, la Puerta de San Esteban y en extramuros la Cartuja de Miraflores. A la salida de Burgos se encuentra el magnífico Hospital del Rey, el más importante de la ciudad y el monasterio cisterciense de Las Huelgas con un conjunto de edificaciones que van desde el románico al gótico.
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