Luis Santos con tan solo 11 años empezó a trabajar como pinche, su habilidad, facilidad para aprender y su espíritu de superación le hicieron convertirse en un gran maestro que fusionó, como nadie, sabiduría, habilidad con la utilización de las mejores materias primas.

En noviembre de 2017, en la calle Fernán Gonzalez 13 de Madrid abren una confitería y con ello, traen a la capital, el arte y el placer del hojaldre de Torrelavega.
En cualquier momento. Abrir una cajita de auténticas polkas de Santos es un placer no al alcance de cualquiera.


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