Punta Sardina es un lugar ideal para despejar la cabeza, según te aproximas, el viento te recibe acariciando tu cara en días calmados, en días revueltos, las caricias pueden llegar a convertirse en cachetes.
El espectáculo de como van levantado las olas hasta llegar a romper contra las rocas es impresionante. Una tras otra, sin pausa, sin descanso.
Fotografía: J Ruiz
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