Se accede a el, desde el pueblo, por un tortuoso camino de piedras sueltas.
El estado actual es ruinoso, se adivina un foso, una muralla exterior, un recinto interior, y un torreón central. Está construido todo él con mampostería de sillarejo y adobe. En el interior, un gran patio de armas, con restos de aljibes, silo para almacenar grano, y algunas habitaciones. También la torre del homenaje, con tres pisos.
La primera referencia documental a éste castillo es de origen musulmán y data del año 848. En el siglo XI pasó a manos del rey Alfonso VI como parte de la dote de su esposa Zaida, hija del rey moro. Posteriormente Alfonso VI lo donó a la Catedral de Toledo, siendo reformado en el siglo XIV por el Arzobispo Don Pedro Tenorio. En tiempos de Juan I de Castilla, sirvió de prisión, durante 8 años, al infante D. Alfonso.
Modernamente vivió un hecho de armas en 1809, durante la Guerra de la Independencia. En sus cercanías se produjo una gran batalla entre las tropas del general español Venegas y las francesas de Sebastián, Desoyen y el propio José Bonaparte. Los galos tomaron el castillo, destruyéndolo en parte a su retirada.
Fotografía: J Ruiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario