-Los príncipes y gobiernos son mucho más peligrosos que otros elementos en la sociedad.
-El vulgo se toma siempre por las apariencias y el mundo se compone fundamentalmente de lo vulgar.
-Las viejas ofensas no se borran con beneficios nuevos, tanto menos cuanto el beneficio es inferior a la injuria.
-Es doblemente placentero mentir al impostor.
-No hay otra forma que protegerte a ti mismo de la adulación que hacer entender a los demás que decirte la verdad no te ofenderá.
-El primer método para estimar la inteligencia de un gobernador es mirar los hombres que tiene a su alrededor.
-Nada grandioso fue jamás conseguido sin peligro.
-Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres.
-El que quiere ser obedecido debe saber mandar.
-Nunca intentes ganar por la fuerza lo que puede ser ganado por la mentira.
-No estoy interesado en preservar el status quo; quiero derrocarlo.
-La naturaleza crea pocos hombres valientes; la industria y entrenamiento hace muchos.
-Los hombres rara vez tienen el valor suficiente para ser, o extremadamente buenos, o extremadamente malos.
-Ante todo, ármate.
-El fin justifica los medios.
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