Ilustración del libro Antiguallas (R. Sepúlveda, 1898) |
La Ronda la componia un grupo de personas que al caer la noche, tanto en invierno como en verano, caminaban guiados por el tañido de una campanilla. El tañido abría el paso a esta procesión de hombres vestidos de negro, que vociferaban una serie de temibles letanías.
La imagen debia ser dantesca. Calles oscuras, un grupo de personas vestidas de negro deambulando como almas errantes, con un farolillo y soltando letanias, como las siguientes, para rescatar las almas de las prostitutas.
“Alma que estás en pecado,
si esta noche te murieras,
piensa bien a dónde fueras.
si esta noche te murieras,
piensa bien a dónde fueras.
Para los cuerpos que pecan
en tactos y viles gustos,
hay los eternos disgustos.
Mujer mundana, si tienes
los pies en la sepultura,
¿qué pretende tu locura?
Esa culpa que cometes,
mira atento y considera,
que podrá ser la postrera.
De este sueño en que te tiene
tu viciosa vida, adivierte
no te despierte la muerte.
La ronda dicen que tenía un notable efecto y eran muchas las mujeres que, arrepentidas, aceptaban ser apartadas de su vida pecadora. Éstas eran llevabas al Convento de Maria Magdalena de la Penitencia, ubicado en la Calle Hortaleza, y que la gente conocía como “Convento de las Recogidas”.
Actualmente el edificio es la sede de UGT. Esta tétrica ronda estuvo activa hasta el año 1842, infundiendo el temor y el desasosiego por las entrañas de Madrid a sus habitantes y a sus almas más pendencieras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario