Este es el tercer día de nieve en Madrid. En mi ya larga vida, jamás había visto una situación similar a esta. Ayer me acoste con la imagen de los coches abandonados en la M-30 y a sus conductores buscando una salida salvadora y me he levantado con las ventanas tapadas de nieve y carambanos desafiantes.
Desde mi balcón, he vuelto a ver y escuchar el canto de los pájaros, las conversaciones de los viandantes. la alegría de los niños jugando con la nieve y algún que otros resbalón.
En menos de un año he sentido dos veces, lo mismo que siente un pájaro encerrado en una jaula de oro. Alegria, triste o triste, alegría.
Espero que no se cumpla el refrán que dice: "no hay dos sin tres" y nos quedemos en dos, ya esta bien por este año.
Fotografía: J Ruiz
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