Francisco Javier Ruiz Pérez, es un jubilado que tiene un teléfono fijo y otro movil, conexión a internet, con sede en Madrid, España. En el último año apenas salgo de mi casa, mis beneficios son el ahorro del gasto en algún café que otro y las cañas que solia tomar. A nivel global, Francisco no tiene clientes y nunca estará entre los cerca de 450 millones de clientes de usted, señor Vodafone.
Hechas las presentaciones, le dire señor Vodafone que me esta fastidiando, por no decirle algo más fuerte. Usted lleva mucho tiempo importunandome a las horas que sabe que estoy en casa. Ya se encargan por otro lado en llamar y no contestar, para saber a que horas hay alguien.
Por activa y por pasiva le he dicho que no quiero saber nada de alguien que me intenta engañar haciendose pasar por mi operador, ocultando quien es usted, con un comportamiento similar al de Al Capone.
Usted señor Vodafone insulta a mi inteligencia y no por mucho insistir se contratan más telefonos. Hoy ha sido la gota que ha colmado el vaso, ha tocado donde no se le puede tocar a un español de bien, no me ha dejado dormir la siesta, la santa siesta.
Comprendo que un gabacho de tres al cuarto, eso tal vez no lo entienda. Pero me da igual, a partir de ahora señor Vodafone, cada vez que llame a mi hogar, va usted a ser mandado a tomar por culo, sin contemplaciones. si más, sin anestesia.
Espero que le quede claro y lo entienda.
Atentamente.
Un acosado por el señor Vodafone
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