Filomena me ha vuelto a poner delante del espejo y vuelvo a ver lo pequeño que soy y lo grande que es la naturaleza.
He podido comprobar, de nuevo, que esta sociedad en la que vivo está cogida con alfileres. Mientras que se trata de sota, caballo y rey, todo medio funciona, ahora bien, si es otra carta, el tren descarrila y afloran las carencias, las improvisaciónes y las inutilidades institucionales.
Con las fotos siguientes quiero transmitiros las sensaciones que he experimentado durante los 15 días que Madrid quedó convertido en un escenario de pelicula de ciencia ficción.
Fotografía: J Ruiz
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