El diablo le ofreció la oportunidad de refrescarse y calmar su sed solo con la condición de que este renegase a Dios, pero el peregrino rechazó la oferta.
Entonces, el demonio intentó volverlo a tentar ofreciéndole agua pero esta vez a cambio de que negase a la Virgen María y el joven vuelve a declinar el ofrecimiento.
Incansable, Satanás le expresa que entonces simplemente bastaría con renegar al Apóstol Santiago para que este le diese de beber, propuesta a la que el caminante también se resiste ya que su fe era mayor que su sed.
Inmediatamente, el ya débil joven se dispone a rezar al cielo implorando ayuda y es entonces cuando el diablo, bajo una nube de azufre, se esfuma y en su lugar aparece el Apóstol Santiago vestido de peregrino y lo guía hasta la fuente cristalina escondida y le da de tomar del agua en su propia concha de vieira.
La fuente Reniega, hoy en día, sigue proporcionándoles agua a los peregrinos que transitan esta localidad ubicada a 13 kilómetros de Pamplona, en la cuarta etapa del Camino Francés.
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