La primera casa de esta Gran Vía, fue y es, la ubicada en la esquina entre las calles Gran Vía y Víctor Hugo, con el número 8 en la actualidad.
Sus obras comenzaron en el año 1915 y terminaron en 1916. El edificio se levantó por encargo de su propietario, José Antonio Becerril al arquitecto Francisco Pérez de los Cobos.
La casa ocupa un solar de 500 m², con fachadas a las calles de Víctor Hugo, La Reina y Gran Vía. El terreno fue adquirido en el año 1914 por un precio alrrededor de 200.000 pesetas.
En sus bajos estuvo originalmente uno de los primeros salones que conoció la capital. Para éste, su dueño solicitó permiso a inicios del 1917 para colocar 14 arcos voltaicos y poner un luminoso de gran lujo para la época en el que decía confitería, pastelería , fiambres y café bar y donde se servía por las tardes dulces y bollos.
Desde 1939, ocupa su lugar, la glamurosa tienda de Loewe, la referencia necesaria para ubicar este edificio de influencias neobarrocas.
Hace más de un siglo que este edificio ha sido testigo mudo del transcurrir de la vida de la ciudad. Puede estar orgulloso de ser el edificio más veterano de la Gran Vía.
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